EL DECÁLOGO INVISALIGN
Las 10 sencillas normas de la ortodoncia invisible:
- Imprescindible llevar las fundas durante 22 horas al día (reservando ese máximo de 2 horas para comidas).
- Dado que contamos con poco tiempo para comer, es importante retirarlas inmediatamente antes de la comida, y colocarlas de nuevo en cuanto hayamos terminado.
- Tema bebidas: lo recomendable es consumir solamente agua fría mientras llevamos los aligners colocados, dado que bebidas calientes o con colorantes dañan y manchan el material.
- Al retirarlos, debemos guardarlos de manera que sepamos siempre dónde están ( porque son transparentes y, por lo tanto, difíciles de encontrar a simple vista).
- Para tener las fundas siempre localizadas, me han entregado dos estuches: uno azul, en el que guardar los aligners actuales; y otro rojo, en el que depositar las fundas anteriores, ya que en caso de extraviar o dañar los actuales, siempre se puede recurrir a ellas (previo estudio del ortodoncista).
- Si, como yo, debes llevar dos pequeñas gomitas que unan la funda superior con la inferior, lleva unas cuantas siempre contigo, ya que hay que cambiarlas cada 12 horas.
- Dado que hay que sustituir las fundas cada 15 días, conviene contar con un calendario en el que señalar el día de cambio.
- Cada vez que retiremos los aligners para guardarlos conviene enjuagarlos con agua fría y secarlos ligeramente. Al volverlos a sacar del estuche hay que repetir la misma operación: agua fría y secado.
- Quitar y poner: paciencia… Aunque al inicio parece complicado, con la práctica se convierte en una rutina bastante sencilla. Para extraerlos, nos podemos ayudar de las yemas de los dedos o la uña, siempre comenzando por las muelas. Y, para volverlos a colocar, comenzamos a la inversa: por la parte delantera , siguiendo fácilmente por los dientes posteriores hasta llegar a los molares.
- Por último, durante los primeros días especialmente es muy importante morder un pequeño tubo, dado que ayudamos a encajar mejor las fundas en cada ocasión, lo que acelera el proceso de adaptación de nuestros dientes.