Estas fechas tan señaladas están repletas de comidas o cenas con amigos y familiares en las que a veces lo de menos es el motivo o la excusa, el caso es salir, divertirse y celebrar que despedimos un año más en compañía de las personas a las que queremos. Pero esto trae como consecuencia que dejemos de lado los hábitos saludables que sí mantenemos el resto del año, por lo que hay que intensificar el cuidado de nuestra boca. ¿Quién se puede resistir a las bandejas de turrones, polvorones, caramelos y tantas delicias que nos ofrecen estas fiestas navideñas?
Estadísticamente, las visitas al odontólogo crecen exponencialmente después de las fiestas, ya que aumentan un 50% las caries debido al excesivo consumo de azúcar, y precisamente por este motivo se vuelven fundamentales estas visitas para reparar daños en los dientes, en las prótesis y ortodoncias, para poder eliminar los excesos de las celebraciones. En definitiva, sea cual sea el motivo concreto, la Navidad se presenta como un factor de riesgo para nuestra salud bucodental.
Pero el problema no es solo la alimentación, sino que al alterar los horarios y las rutinas, el mantenimiento de nuestros dientes es más complicado, ya que en ocasiones por la falta de tiempo o por encontrarse fuera de casa, se sustituye el cepillado completo de nuestros dientes por un enjuagado parcial en el restaurante en que nos encontremos o en casa de los amigos, por lo que la comida se acumula en los espacios interdentales favoreciendo la placa bacteriana.
Hay que tener en cuenta que los problemas dentales ocasionados en las fiestas no afectan solo a los adultos, sino que para los niños también son un factor de riesgo. Esto se debe a que el exceso de consumo de azúcar es el principal enemigo de los dientes de los más pequeños en estas fechas, por lo que os queremos ofrecer una serie de consejos a tener en cuenta para todas las edades.
Los dulces más duros pueden fracturar los dientes, especialmente los de los niños ya que son más delicados, por lo que pueden estropear los trabajos de ortodoncia o empastes hechos con anterioridad. Si vuestros hijos llevan ortodoncia recomendamos que no consuman las golosinas más pegajosas o dulces más blandos, ya que crean muchos problemas de inflamación. En su lugar, es preferible que consuman chocolate o dulces que no sean pegajosos, al igual que evitar los caramelos que hacen que los dientes retengan el azúcar durante mucho más tiempo en la boca.
¡Cuidado con el turrón, mazapanes y polvorones! Su composición contiene entre 25 y 45 gramos de azúcar, pero si te encantan los dulces navideños y no puedes evitarlo, el turrón de chocolate negro contiene en torno a un 70% de cacao y posee propiedades cardioprotectoras y antioxidantes. Aunque su consumo no sea óptimo siempre va a ser más recomendable que el turrón de almendras por ejemplo, que aparte el azúcar que posee se cuela en cualquier parte de la boca y retirarlo es una tarea bastante complicada.
Todos sabemos que en estas fechas las bebidas alcohólicas, carbonatadas y los zumos, son de consumo más que habitual, pero debemos tener en cuenta que poseen ácidos que con el tiempo desgatan el esmalte dental aumentando la sensibilidad, por lo que crean mayor disposición para contraer caries. Ante este hecho, lo que recomendamos es ingerir bebidas sin azúcar o vino tinto, ya que el vino blanco y los frizzantes son más agresivos con el esmalte y la raíz dental. En el caso de los niños recomendamos el agua y la leche, así como las bebidas libres de azúcar, ya que son las mejores opciones que les puedes dar a tus hijos para cuidar sus dientes.
Para endulzar el café o las infusiones, en lugar del azúcar tradicional, puedes escoger edulcorantes como el xilitol, la stevia o el aspartamo, mucho menos agresivos para el esmalte de tus dientes y para tu salud en general.
Aunque parezca evidente, no queremos olvidar al aliado más básico que es la rutina del cepillado. Sí, sabemos que es complicado por las salidas constantes fuera de casa, pero para ello puedes optar por soluciones como tener un cepillo de dientes de viaje siempre en el bolso. Invirtiendo pocos minutos, los beneficios serán a largo plazo. En el caso de los niños debemos tener en cuenta que todos los hábitos que les inculquemos de pequeños se convertirán en pautas a seguir de adultos, ya que un correcto cuidado de los dientes de leche hará que la llegada de los dientes definitivos se produzca sin complicaciones.
Si por algún motivo no puedes tener un cepillo de dientes a mano, te recomendamos una pieza de fruta o los chicles sin azúcar, aunque queremos dejar muy claro que estos NUNCA sustituyen al cepillado, por lo que masticarlos no cuenta como lavarse los dientes, pero poseen otros beneficios como la estimulación en la producción de saliva, el mantenimiento del PH en la boca, evitar la acumulación de sarro, e incluso proteger la boca de infecciones bacterianas.
Por último, para cualquier duda de carácter general o ante cualquier inconveniente o molestia, no olvides acudir a tu odontólogo al menos dos veces al año como medida de prevención. Esperamos que este post te haya servido de utilidad, ahora te toca cumplir con tu parte de responsabilidad para que tu boca llegue a mediados de enero en perfectas condiciones.
¡Solo nos queda desearte unas muy felices y saludables fiestas en compañía de tus seres queridos!