Los aparatos ortopédicos se utilizan para corregir o mejorar los problemas del crecimiento de las estructuras bucales y faciales. Su objetivo es armonizar los dos maxilares, lo que no sólo influye en la estética y proporciona una función masticatoria correcta, sino que también ayuda a la fonación, deglución y a la respiración del niño.
Estos aparatos ortopédicos nos permiten ensanchar paladares estrechos, estimular el crecimiento del maxilar y/o la mandíbula o limitarlo según el caso.
Gracias a estas funciones podemos corregir mordidas cruzadas y mejorar la estética de pacientes con mandíbula pequeña o grande.